En la película "2001: Odisea al Espacio" de 1968, Stanley Kubrick imaginó un mundo diferente al que le rodeaba en un futuro para él distante. Para quienes hemos visto el filme, el director siguió las tres premisas que M. Alanís (2007: pp 114) consideró fundamentales para poder predecir el futuro:
1 - El futuro medianamente cercano se puede predecir si se hace con cuidado y responsabilidad.
2 - Las tecnologías que marcarán una pauta en los próximos quince o treinta años ya existen y se pueden ver sus efectos desde ahora.
3 - Las personas no cambiarán mucho: la capacidad de razonamiento, la respuesta ante innovaciones y las reacciones humanas ante cambios políticos y sociales no cambiarán o lo harán lentamente.
En el ámbito organizacional, por los 60s ya se habían hecho predicciones del futuro. Podríamos citar las de Leavitt y Whisler (citados en Alanis, 2007: pp 109) en donde se planteaba, por ejemplo, que:
- Muchos de los trabajos de administración media existentes se re-estructurarán y bajarán en estatus y compensación.
- La velocidad de obsolescencia y cambió se acelerará.
- Las organizaciones se van a recentralizar.
El paso de los años confirmaría éstas tendencias.
Lo que definitivamente sabemos es que las predicciones acerca del futuro están atadas al conocimiento que poseemos del presente; es decir, quien construye estas ideas acerca del futuro está influido por sus conocimientos acerca del presente, pues son ellos la base de su pensamiento y es a partir de él que proyecta.
Un buen referente para predecir el futuro es observar las tendencias del campo sobre el cual se predice en un lapso considerable de tiempo.
Es por esto que en el caso concreto de las organizaciones hemos de esperar como consecuencia del aumento en capacidad, poder y flexibilidad de la tecnología su incorporación cada vez masiva en los diferentes procesos incluidos.
La tendencia globalizadora y el ideal de competitividad han hecho que las organizaciones busquen reducir costos y mejorar sus procesos, de donde no será extraño que los seres humanos seamos relevados de muchas actividades en las cadenas productivas y las máquinas y/o computadoras tomen control de ellas.
Los Ambientes de Aprendizaje y el Avance Tecnológico
La Educación no puede escapar a los avances tecnológicos vividos por nuestras sociedades.
En este contexto, el ambiente de aprendizaje que hasta ahora hemos conocido por excelencia es el presencial con predominio de las interacciones cara a cara, pero por otro lado las redes informáticas y el desarrollo de nuevos dispositivos de conectividad han permitido la emergencia de un nuevo tipo de ambiente de aprendizaje: el aprendizaje en línea.
Y a pesar de lo anterior, como lo describe Mortera (2007), asistimos hoy en día a un nuevo tipo de aprendizaje: el aprendizaje combinado o híbrido (blended learning).
El aprendizaje combinado consiste básicamente en la intersección de herramientas propias del aprendizaje presencial y de herramientas propias del aprendizaje en línea, para crear un nuevo tipo de ambiente de aprendizaje tecnológicamente soportado.
Figura 1 El concepto de aprendizaje combinado oscila entre la presencialidad y la virtualidad que ofrece el aprendizaje en línea, tal como lo representa el círculo animado de la parte inferior.
Siguiendo a Kerres y De Witt (Citados por Mortera, 2007: pp 135), el aprendizaje combinado basicamente se refiere a la mezcla de diferentes:
- Métodos didácticos.
- Formatos de entrega educativa.
Éste nuevo paradigma para el aprendizaje nos habla de las implicaciones que el cambio tecnológico ofrece al paradigma tradicional en nuestras instituciones educativas.
Los estilos de aprendizaje en la era de los ambientes de aprendizaje tecnológicamente enriquecidos
La Educación que solía ofrecerse bajo ciertos parámetros relativamente consolidados se enfrenta a múltiples retos frente al cambio tecnológico que experimentan nuestras sociedades y, en ellas, todos y cada uno de nuestros estudiantes.
Siguiendo a Lozano (2007), en este contexto surge la necesidad de estudiar los estilos de aprendizaje en ambientes tecnológicamente enriquecidos para aprovechar al máximo la multitud de recursos disponibles y responder al nuevo perfil de aprendiz que se plantea: estudiantes más independientes y auto-dirigidos.
La comunicación en estos nuevos ambientes puede ser sincrónica y asincrónica y la información se encuentra apenas a un clic de distancia; el desafío es atender a las preferencias de los estudiantes que determinan un estilo de aprendizaje en particular y vincular las posibilidades de un programa de estudios a esas características.
Figura 2. Algunas preferencias y tendencias asociadas con los estilos de aprendizaje (Lozano, 2007: pp 162).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Alanís, M (2007) ¿Hacía dónde nos dirigimos? Evolución de la tecnología y sus efectos en las organizaciones. En: Lozano, Armando y Burgos, José (comps.): Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. México: Limusa.
Lozano, A (2007) Reconocimiento de los estilos de aprendizaje en cursos ofrecidos en línea. En: Lozano, Armando y Burgos, José (comps.): Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. México: Limusa.
Mortera, F (2007) El aprendizaje híbrido o combinado (blended learning): acompañamiento tecnológico en las aulas del siglo XXI. En: Lozano, Armando y Burgos, José (comps.): Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. México: Limusa
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